Discutir no es algo negativo: es saber intercambiar ideas, respetando el punto de vista del otro, de manera civilizada. Aquí encontrarás la manera de hacerlo.
Es normal discutir con tu pareja, estar en desacuerdo por algo no siempre debe acabar en gritos, ofensas, ni hiriendo a la persona que amas. Las discusiones alimentan el amor, la estabilidad y fortalecen el matrimonio, siempre y cuando conozcas cómo sacar provecho de ello, controlando los impulsos y emociones.
No hay que pensar en la palabra “discutir” como algo negativo; al contrario, cuando se discute se refuerza la aceptación, la tolerancia, el intercambio de ideas, el respeto y la paciencia. En ocasiones piensas que callar y no decir las cosas que te molestan en su momento puede evitar una discusión, pero solo guardarás rencor en tu corazón. Lo mejor es afrontar el problema y solucionarlo. A continuación te comparto algunos consejos que pueden ayudarte para saber cómo reaccionar ante cualquier discusión.
1. No actúes por impulso
Cuando estás en una situación que no te agrada y sabes que vas a propiciar una discusión, lo ideal es que te calmes. Respira hondo y piensa antes de hablar, de lo contrario, podrás decir cosas que pueden herir gravemente a tu pareja, después te arrepentirás y ocasionarás que las cosas se salgan de control.
2. No esperes que te pregunte “¿Qué tienes?”
Antes de hablar, detecta la verdadera razón por la cual estás molesta: ¿Qué ha ocasionado tu enojo? Después, expresa lo que sientes de forma clara, directa, amorosa y respetuosa (sin ofender). No tengas miedo a la reacción de tu pareja. Es tu momento de hablar, pide a tu pareja que te escuche sin interrupción.
3. Escucha su opinión
Ahora es momento que él pueda expresar su opinión y defender sus razones, así que evita interrumpir, para poder aclarar tus ideas y reflexionar sobre el problema. Así podrás identificar si te has equivocado o no.
4. Encuentra un buen momento y un lugar apropiado
Si esperas discutir a las 5 de la mañana, cuando tu pareja apenas está despertando, o a la hora de la comida cuando está disfrutando de los alimentos, es muy probable que las cosas salgan mal. Te recomiendo que detectes el mejor momento para hacerlo, evita discutir cuando estén presentes los hijos.
Para tener las ideas controladas y bien pensadas, invita a tu pareja a caminar, a tomar un té en la cocina de su casa o ir a la recámara; escoge un lugar apropiado donde exista privacidad. Recuerda que solo deben estar los dos.
5. Deja el pasado atrás
Evita reprochar acciones y temas del pasado; solo enfócate en un problema pasado si tiene consecuencias el día de hoy. Exprésense y soluciónalo tranquilamente, con calma.
6. Modera tus actitudes
Me refiero a alzar la voz para que te escuche, o llorar inconsolablemente. Evita usar palabras que puedan ofender a tu pareja; recuerda que lo amas y que merece todo tu respeto. Como dice la frase “no hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti”.
7. Busquen soluciones
No se puede terminar una discusión sin que exista una solución. Aprendan los dos a ceder, a complacerse y cambiar de actitud. Los dos deben defender su punto de vista para llegar a un acuerdo, pero evita que esto llegue a afectar la integridad, las creencias y los valores que cada uno tiene.
Si crees que una discusión puede acabar con tu relación, recuerda que para que el amor perdure debes sacrificar un poco y olvidarte de tu ego; piensa que siempre para todo problema existe una solución, aunque tú no la veas en esos momentos. Aprende a discutir con tu pareja y a sacar provecho de sus beneficios, pues fortalecerán tu matrimonio.
Fuente: Adriana Acosta